Mito: “Un entrenamiento solo cuenta si quema muchas calorías”
- Neychla Abreu
- 11 ago
- 2 Min. de lectura
En la era de los relojes inteligentes y las aplicaciones de fitness, es común que muchas personas midan el éxito de sus entrenamientos únicamente por las calorías quemadas. Sin embargo, este enfoque puede ser engañoso y limitar el verdadero progreso. Aunque quemar calorías es importante, no es el único ni el mejor indicador de un entrenamiento efectivo. En este blog, vamos a desmentir este mito y te mostraré por qué enfocarte en la fuerza, la movilidad y cómo te sientes puede llevarte mucho más lejos en tu camino hacia una vida saludable y activa.
¿Cuál es el mito que escuchas con más frecuencia de clientes o personas en general?Últimamente escucho a más personas hablar de sus entrenamientos en función de su reloj o pulsera: “Solo quemé 250 calorías, así que supongo que no fue un buen entrenamiento.”
¿De dónde crees que viene este mito? Los relojes y aplicaciones para contar calorías nos han acostumbrado a enfocarnos solo en números. Publicaciones en redes que muestran la frecuencia cardíaca y las calorías quemadas hacen que parezca que “más siempre es mejor.”
¿Por qué crees que este mito es dañino o engañoso? Ignora otros beneficios importantes del ejercicio: desarrollar fuerza, mejorar la movilidad, aumentar la salud mental y elevar la condición física general. También puede llevar a sobreentrenarse o a pensar que entrenamientos más suaves o de técnica no valen la pena.
¿Cuál es la información real o respaldada por la ciencia? Las calorías que muestra tu reloj son sólo una estimación —con un margen de error considerable— y los verdaderos beneficios del entrenamiento vienen de lo que ocurre después: mejor función muscular, salud cardiovascular y metabolismo más fuerte. Un entrenamiento que queme menos calorías en el momento puede acercarte mucho más a tus metas a largo plazo.
¿Cómo has visto que este mito afecta el progreso o la mentalidad de alguien? He visto personas que persiguen entrenamientos de alto gasto calórico —como cardio prolongado o intervalos intensos— y evitan el entrenamiento de fuerza porque no se siente “tan agotador” en el momento. El problema es que la fuerza es lo que construye el músculo necesario para ser más fuerte, moverse mejor y apoyar esos entrenamientos intensos. Sin ella, puedes quemar calorías ahora pero limitar tu progreso, potencia y resistencia a largo plazo.
¿Qué consejos prácticos das para que las personas eviten caer en este mito?
Usa las calorías quemadas como un indicador, no como el único.
Evalúa cómo te sientes y lo que puedes lograr con el tiempo — más fuerza, más repeticiones, mejor técnica.
Recuerda: no todos los entrenamientos tienen que dejarte exhausto para ser efectivos.
En resumen, no permitas que un número en tu reloj o aplicación defina el valor de tu entrenamiento. Cada sesión tiene un propósito más allá de las calorías quemadas: construir fuerza, mejorar tu movilidad, proteger tu cuerpo y aumentar tu bienestar general. Aprende a escuchar a tu cuerpo, celebra los avances en tu rendimiento y mantén la constancia. Al final, esos pequeños progresos se traducen en grandes resultados y una mejor calidad de vida.
Recuerda que entrenar de manera inteligente y con intención es lo que realmente transforma, no solo quemar calorías.




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