Nuevamente estamos rodeados con data sobre el tema de COVID-19. Las tazas de contagio están subiendo y ya lo sentimos más cerca que antes. Al estar rodeada de estas noticias nuevamente me vino a la mente “the sickness-wellness-fitness continuum”. Recién lei sobre este termino el cual hace referencia a como cada valor que podamos medir de nuestra salud nos pone en algún punto de esta curva. En esta curva podemos ir de enfermedad a bienestar y luego a “fitness” o aptitud física. En resumen esta curva habla de la importancia de ir más allá del bienestar. En vez de conformarte con estar en los parámetros que conocemos cómo aceptables, vamos un poco más allá con la meta de alcanzar unos valores óptimos, por encima de lo aceptable. Usualmente lo que hace que las personas cambien sus hábitos lo es sufrir un evento donde su salud se encuentre comprometida grandemente, ya sea un diagnostico de una condición o un susto. Lo que es triste de este cambio es que en ocasiones es tarde para revertirlo completamente. Por ejemplo, la diabetes que aun siendo reversible puede traer otras complicaciones. Nunca es tarde para hacer cambios que te lleven a tremendos beneficios. Sin embargo prevenirlo es un mejor plan el cual requiere cambios en etapas tempranas. Muchas veces pensamos que eso no nos pasaría a nosotros... ¿Porque pensamos que somos inmunes? Vemos a las personas que nos rodean y lo que les sucede a ellos y aun nos ponemos en esta burbuja de inmunidad. Tal vez el proceso de cambio puede surgir a raíz de darnos cuenta que NO SOMOS INMUNES.
El COVID-19 definitivamente nos abre los ojos a que no somos inmunes y que es el momento para evaluar dónde estamos dentro de la curva: “sickness-wellness-fitness continuum”. Imagínate enfermarte y estar cerca del area de la curva de “fitness”… podrías retroceder a “wellness” pero si te conformas con “wellness” y caes enfermo… retrocedes a enfermedad mas rápido. También es momento de invertir en nuestra propia salud y de hacer cambios que nos lleven lo más cerca posible a la aptitud física “fitness”. Estar mas cerca del area en la curva de fitness sirve como una protección extra a la enfermedad. De hecho un estudio encontró que 92.3% de las muertes por COVID tenían presente comorbilidades (presencia de dos o más enfermedades al mismo tiempo) queriendo decir que tal vez se podrían haber evitado si las personas hubieran estado mas saludables.
Al momento muchos nuevamente se encuentran en cuarentena y con restricciones de actividades, pero nuevamente no es el tiempo de ser sedentario. Es el momento de invertir en todos los aspectos de tu salud, incluyendo salud espiritual y emocional. El estrés nos puede llevar a exacerbar cualquier proceso de la condición. Por tanto, es importante tener un plan en curso para adaptarnos a esta nueva ola de información, las redes sociales y los medios. Puedes escoger leer, caminar, escribir, jugar un juego, etc. Esto sera distinto para cada uno, pero lo más importante es establecer un plan para descansar y refrescar la mente al igual que lo haces con el cuerpo.
Esto me lleva al proximo punto: salud física. El cambio es muy probable que ocurra en personas que tienen alguien que les rinde cuentas. Por eso no pienso que para la mayoría depender sólo de ti en que vas a entrenar en tu casa no es lo mas productivo. No tendrás la consistencia que necesitas.
Te motivo a invertir en un método que te rinda cuentas. Esto puede ser un grupo de amigos que se reúne virtualmente, un familiar que pueda estar pendiente o alguien presencial o remoto que te brinde seguimiento. Las opciones que escojas pueden variar, pero todos sabemos que necesitamos cambiar y necesitamos poner de nuestra parte en mantenernos lo mas cerca posible a el area de “fitness”. Que esta pandemia mundial sirva para abrirte los ojos y la razón al cambio.