El secreto detrás del ejercicio más repetido del estudio
- Marko Zegrí López
- 22 jun
- 1 Min. de lectura
¿Por Qué Hacemos Tanto Bulgarian Split Squat?
Si llevas un tiempito viniendo a nuestras clases, sabes que este ejercicio aparece mucho. Como… mucho mucho. Y no, no es porque queramos que salgas cojeando. Es porque funciona y lo podemos adaptar de mil maneras.
Vamos al grano:
1. No necesitas barra para ponerte fuerte.
Aunque las sentadillas con barra son buenas, no siempre hacen falta para lograr resultados. Con el Bulgarian trabajas fuerte sin tener que ponerte una barra pesada encima. Menos presión para tu espalda y articulaciones, más fácil de preparar.
2. Cada pierna trabaja por su cuenta.
La vida pasa una pierna a la vez, así que tiene sentido entrenarlas así también. Este ejercicio te ayuda a balancear la fuerza entre tus dos piernas. ¿Y lo mejor? Si algo no sale bien, solo bajas el pie. No hay peligro.
3. Trabaja TODO: piernas, glúteos y core.
No te dejes engañar por lo simple que parece. Este ejercicio trabaja desde los pies hasta el abdomen. Y si le cambias el ritmo, la altura, el tipo de peso o le añades una pausa… se siente diferente cada vez.
4. Lo usamos mucho (¡por algo!).
Llevamos ya 3 meses incluyéndolo en las clases grupales, porque tiene muchísimas maneras de progresarlo y adaptarlo. Nos ayuda a que todos —sin importar el nivel— puedan sacarle provecho.
Así que si lo ves de nuevo en la pizarra, no pienses “¡otra vez!”. Piensa: “ok, mi cuerpo va a estar más fuerte que nunca (y mañana me voy a acordar de esto en las escaleras)”.
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